“…En este caso, el teatro era una forma de divulgar de forma emotiva y encarnada, y con un gran potencial a la hora de interpretar, traducir y difundir resultados de investigación, favoreciendo la vinculación del público con el contenido, como señalan algunas autoras (Gray y Sinding, 2002;Paget, 1993;Rossiter et al, 2008). El reto, como en cualquier intersección disciplinar, residía en encontrar el equilibrio entre el criterio de las investigadoras y el de las artistas, en este caso, para lograr una calidad estética, riqueza intelectual y un resultado emocionalmente evocativo (Saldaña, 2003). Ello requiere trabajar con flexibilidad e interdisciplinariedad, para que las artistas puedan aprehender las necesidades de la divulgación, y las investigadoras estén abiertas a las interpretaciones teatrales (Paget, 1993;Rossiter et al, 2008).…”