“…Las benzodiazepinas por su parte, se consolidan como el medicamento más frecuentemente encontrado en las intoxicaciones, aumentando su frecuencia a medida que pasan los años (Duce et al, 1998;Fernández et al, 2005;Burillo-Putze et al, 2006;Fernández et al, 2008) en detrimento de otros fármacos como los analgésicos o los antidepresivos tricíclicos. Actualmente la prescripción de psicofár-macos ha aumentado notablemente ya que son esenciales en el abordaje terapéutico de patologías cada día más frecuentes como la depresión y la ansiedad (Fernández et al, 2005), pero esta prescripción debería hacerse de forma muy controlada y prestando especial atención a los pacientes depresivos o con alto riesgo de depresión (Shah, Uren, Baker y Majeed, 2002), por riesgo a que éstos se intoxiquen con su propia medicación (Prescott y Highley, 1985). Por otra parte, en las intoxicaciones producidas por drogas de abuso, se ha visto como en la última década la cocaína ha adquirido un gran protagonismo (Burillo-Putze et al, 2006;Fernández et al, 2003;Fernández et al, 2008;García-Baró et al, 2005), mientras que el consumo de heroína ha disminuido sustancialmente.…”