“…En nuestro estudio, además de la influencia de los cambios relacionados con el sexo, también podría estar influyendo que las mujeres tuvieron una mayor edad que los hombres, y tanto en nuestro estudio como en otros 4,25,26,31,34 la edad tiene una relación directamente proporcional con la enfermedad de la superficie ocular. Los pacientes que provenían de médicos con alta especialidad en retina y enfermedades inflamatorias oculares tuvieron los valores OSDI más bajos; esto pudiera deberse a que, aunque algunos autores han encontrado una mayor prevalencia de ojo seco y disfunción de glán-dulas de Meibomio en pacientes diabéticos [35][36][37] , quienes son la población con enfermedad retiniana más frecuente en México, Fuerst, et al…”