“…Estas brechas de conocimiento se ven reflejadas en el relacionamiento entre la empresa y la universidad, dado que al generar los desarrollos tecnológicos que impactan la productividad empresarial, las universidades deben vincularse con la industria para aumentar sus capacidades, pero, esta relación requiere de un sistema o proceso formal de transferencia de conocimiento y tecnología, sin retrasos en los tiempos y etapas, sin problemas de financiamiento ni deficiencias en la comunicación, según lo demuestran estudios empíricos (Baek et al, 2007;Brandão et al, 2019;Chen & McQueen, 2010;Escalante-Ferrer et al, 2020;Miller et al, 2016;Munari et al, 2016;Reilly et al, 2019). Los problemas anteriores, asociados a la transferencia, tienen lugar dado que se ven involucrados muchos actores y componentes en el desarrollo del proceso (Olaya et al, 2014), también, por la dificultad de los propios actores para identificar las etapas y actividades que hacen parte del proceso de TCT y los desarrollos tecnológicos susceptibles de ser transferidos (Macias et al, 2018b).…”