La ausencia de lóbulo auricular puede deberse a causas congénitas, oncológicas o traumáticas. Esta deformidad con frecuencia constituye una alteración estética facial que precisa de corrección quirúrgica. Se han descrito muchas técnicas para la reconstrucción del lóbulo auricular, sin embargo, algunas requieren varios tiempos quirúrgicos, dejan cicatrices en las regiones adyacentes o incluso pueden requerir injertos cutáneos complementarios. Además es complicado reconstruir la estructura tridimensional del lóbulo. En nuestra práctica, empleamos una nueva variante de colgajo bilobulado para este tipo de reconstrucción