Los desenlaces analizados muestran una incidencia de eventos baja sin que el análisis haya mostrado diferencias estadísticamente significativas entre técnicas y, además, presentan limitaciones importantes por la heterogeneidad en los diseños de los estudios considerados. No hay pruebas científicas que permitan dilucidar si la técnica quirúrgica estándar o el cierre de la CIV mediante el uso de dispositivos es más eficaz que la otra. En términos de necesidad de reintervención para el control de sangrado o de necesidad de transfusión sanguínea, la técnica percutánea parece más segura que la técnica quirúrgica estándar. Si las circunstancias clínicas lo permiten, la información disponible sobre eficacia y seguridad debe ser compartida con los familiares para el proceso de toma de decisiones compartidas. Con cautela, el cierre de la CIV mediante la técnica de inserción percutánea supone una estrategia socialmente eficiente, respecto a la cirugía estándar.