La sepsis es una de las principales causas de admisión a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Los objetivos hemodinámicos usualmente buscados durante la reanimación del paciente en shock séptico corresponden a parámetros macrohemodinámicos (frecuencia cardíaca, presión arterial, presión venosa central). No obstante, alteraciones persistentes del flujo sanguíneo microcirculatorio, a pesar de la restauración de los parámetros macrohemodinámicos, pueden ocasionar falla orgánica. Esta disociación existente entre los compartimentos macro y microcirculatorios origina la necesidad de evaluar la perfusión tisular orgánica, siendo los más empleados el débito urinario, lactatemia, saturación venosa central de oxígeno (SvcO2) y brecha veno-arterial de pCO2. Debido a que los tejidos periféricos, como la piel, son sensibles a las alteraciones en la perfusión, la monitorización no invasiva de la circulación periférica, como la gradiente de temperatura cutánea, tiempo de llene capilar, índice de moteado y de perfusión periférica pueden ser usados como marcadores precoces de la existencia de alteraciones hemodinámicas sistémicas. Las técnicas de monitorización de la circulación periférica son relativamente fáciles de interpretar y pueden ser usadas directamente al lado de la cama del paciente, enfoque que puede ser rápidamente aplicado en el ambiente intra o extra UCI. El objetivo de esta revisión narrativa es analizar los diversos marcadores de perfusión tisular existentes, y actualizar la evidencia que permita guiar el soporte hemodinámico en una terapia más individualizada en cada paciente.