El objetivo es analizar el habitus alimentario y los cambios en las prácticas de alimentación, comparando trabajadores agrícolas migrantes pendulares y asentados en la ciudad de Miguel Alemán, del estado de Sonora. A partir de un enfoque etnográfico, se realizaron 21 entrevistas en profundidad entre ambos tipos de migrantes desde enero de 2016 hasta enero de 2018. Encontramos que, en ambos tipos de migrantes, aumenta el consumo de productos industrializados, como harinas y azúcares, cuyos efectos en la salud provocan malnutrición, principalmente en migrantes pendulares, y enfermedades crónicas como diabetes, en migrantes asentados. Concluimos que el habitus alimentario se ajusta a la disponibilidad física y económica de los alimentos y la lógica del trabajo agrícola, así la alimentación se estructura como una práctica por necesidad. Esto reproduce material y simbólicamente la posición subordinada de los trabajadores agrícolas frente al modelo alimentario y económico globalizado, cuyas prácticas de alimentación se recrudecen por las dificultades de acceso a los alimentos.