“…El conocimiento más amplio de las candidiasis ha permitido también grandes avances diagnósticos y terapéuticos. Entre los avances diagnósticos destacan, desde el punto de vista clínico, las clasificaciones diagnósticas para iniciar un tratamiento empírico, como el Candida score, la mejora sustancial en las técnicas de imagen con el empleo de la tomografía axial computarizada de alta resolución, la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones, y el empleo de biomarcadores no basados en el cultivo, como 1,3--D-glucano o manano o los anticuerpos antimanano o antimicelio, que permiten anticipar el diagnóstico presuntivo e, incluso, el diagnóstico de certeza en algunos casos 4,5,7,22,24,35 . Estos avances se han acompañado de la disponibilidad de nuevos fármacos de alta eficacia antifúngica, como las candinas (anidulafungina, caspofungina y micafungina) o los triazoles de espectro extendido (voriconazol y posaconazol) 19,31,34 .…”