En este trabajo se analiza la evolución de un curso inicial de programación, que ha sido reestructurado en dos asignaturas cuatrimestrales, incorporando en el segundo cuatrimestre trabajo experimental en tres paradigmas (imperativo, orientado a objetos y concurrente). Los temas principales incluyen una discusión sobre el impacto de este enfoque en el alumno de una carrera universitaria de informática, los criterios de selección de los paradigmas elegidos y aspectos salientes de la metodología y herramientas de implementación en el aula. Se analizan las demandas de la industria del software y el cambio tecnológico en la elección este enfoque, y se compara este nuevo curso con la solución clásica implementada anteriormente. Se presentan las ventajas y desafíos de este enfoque multiparadigma, luego de tres años de trabajo con más de 800 alumnos. Las conclusiones se enfocan en el impacto en el aprendizaje del alumno, considerando el efecto directo y el efecto indirecto sobre los cursos posteriores de la carrera.