En el artículo se describe una experiencia de aprendizaje llevada a cabo en la Universidad Nacional de Educación (UNAE) consistente en aplicar la secuencia didáctica de escritura en el marco de la asignatura Lectura y Escritura de Textos Académicos I con un doble propósito: por un lado, procurar la mejora progresiva de las competencias básicas del alumnado en el campo de la comunicación escrita; y, por otro, intentar fomentar la cohesión grupal gracias al análisis de unos autorretratos anónimos que sirvieron como pretexto para ejecutar los correspondientes ejercicios de redacción. El trabajo se desarrolla desde los parámetros de la investigación-acción y tiene un enfoque narrativo-interpretativo. Los resultados obtenidos ponen de manifiesto la importancia de atender las relaciones personales en cualquier contexto educativo —incluido el universitario—y plantea la necesidad de proponer actividades académicas dirigidas no solo a la adquisición de conocimientos teóricos, sino también a la formación integral y humana.