“…Por lo tanto, para ser un emprendedor, deben contar con la capacidad de innovar, es decir, desarrollar la capacidad de probar cosas nuevas y hacerlas de manera distinta; es valioso aclarar que no se puede confundir el espíritu emprendedor con el espíritu de empresa, pues tal como se ha venido desarrollando este tema, el espíritu de empresa se caracteriza por identificar o descubrir oportunidades de negocio y lograr generar un buen servicio, mientras que el espíritu emprendedor se refiere a una actitud que permite ver las posibilidades existentes en distintas áreas del conocimiento (Zhang y Wang, 2022). Los profesores y profesoras del área de educación física, a partir de realizar trabajos en la educación de forma remota, han disminuido su actitud de emprendimiento, aunque por característica principal son motivadores, dinámicos, preparados para solucionar un sin número de situaciones problemáticas, pero este escenario que nos trajo la pandemia ha mermado con su labor cotidiana, que ahora deben estar y dictar clases tras una pantalla, haciendo uso de las tecnologías lo que no es de mucho agrado para los profesionales de esta área (Mendoza-Mendieta et al, 2021).…”