“…Con adolescentes se han desarrollado algunas investigaciones con resultados positivos (Ritschel, Ramirez, Jones, & Craighead, 2011). Su uso se ha extendido a otras patologías como el trastorno de personalidad límite (Hopko, Sánchez, Hopko, Dvir, & Lejuez, 2003), Trastorno por estrés postraumático (Mulick & Naugle, 2004;Wagner, Zatzick, Ghesquiere, & Jurkovich, 2007), consumo de sustancias (MacPherson et al, 2010), población hospitalizada con múltiples diagnósticos (Hopko, Lejuez, LePage, Hopko, & Neil, 2003) y pacientes oncológicos (Fernández et al, 2011;Fernández, & González, 2014). Por otro lado, la AC ha mostrado ser útil para la intervención en contextos de salud pública (Porter, Spates, & Smitham, 2004).…”