La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) causada por el virus SARS-CoV-2 es una nueva enfermedad caracterizada por generar daño pulmonar y compromiso de múltiples tejidos y órganos de todo el cuerpo. Algunos de los pacientes que presentan la infección ameritan manejo intrahospitalario con soporte de O2 y medidas adicionales que pueden incluir inmovilización prolongada en UCI. Los pacientes que presentan cuadros moderados o severos y sobreviven a la enfermedad pueden presentar deterioro y disfunciones a largo plazo, incluyendo fibrosis pulmonar, miocardiopatía, lesión renal, hepática, de nervio periférico y todas las complicaciones derivadas de hospitalizaciones en UCI. Se considera que la intervención en rehabilitación pulmonar reviste gran importancia, especialmente en la etapa de recuperación, y debe realizarse, principalmente, con los objetivos de mejorar la disnea, la debilidad muscular severa y la fatiga, a fin de promover la independencia funcional y aumentar la calidad de vida, de manera que se disminuye así la ansiedad y la depresión.