“…Al concluir el ejercicio, se origina una vasodilatación generalizada, y, como consecuencia, una redistribución sanguínea, disminuyendo la tensión arterial. Después de 5-6 minutos de concluir el ejercicio, la tensión arterial disminuye a los niveles previos de reposo, y, a continuación, disminuye más la tensión arterial, hasta cifras inferiores a las basales, manteniéndose este descenso hasta las siguientes 5-6 horas (62) (63) . Un 28% de los sujetos de estudio (27 de 96) presentaron más TAS final que inicial, un 42% más TAD final que inicial (40 de 96), y un 13% ambas cifras de TA elevadas (12 de 96).…”