“…Por último, el debate sobre el objetivo estratégico de las misiones internacionales de paz pone de manifiesto, aún de manera opuesta, el perdurar de una cultura estratégica inmadura, en gran medida refractaria no ya al uso de la fuerza, sino más bien a una reflexión consciente sobre las finalidades y la influencia negociadora del instrumento militar. De hecho, la ciencia política italiana está descubriendo el tema de las misiones militares, que ya no son de dominio exclusivo de los estudios estratégicos (Attinà, 2009;Ignazi, Giacomello y Coticchia, 2012;Coticchia, 2015;Carati y Locatelli, 2017;Ceccorulli y Coticchia, 2017). Sin embargo, lo que queda claro es, una vez más, la incapacidad de las elites políticas de reformar el sector de la defensa, modernizándolo y fortaleciéndolo.…”