Effects of Daylight Saving Time on Health

Abstract

Daylight Saving Time (DST) is used worldwide and affects millions of people annually. In the most countries, DST begins turning clocks forward by an hour in the spring and backward by an hour in the fall. transition out of DST in the fall increases the available daylight in the morning by one hour. Springtime transition into DST leads to an increase of the available daylight in the evening. During World War I, in an effort to reduce fuel consumption, Germany and England began to practice DST in 1916. Currently, 77 countries and most of OECD adopted DST except Korea, Japan, Iceland. The rationale for Daylight Saving Time (DST) is bolstered by the fact that it increases daylight hours within which the activity a population reaches its peak. Therefore, the effects of transitions into DST to the public health should be further explored, as DST affects millions of people annually and its impacts are still largely unknown. A general perception is that Turning clock forwards (on spring) or backwards (on fall) by one hour would affect our health. In This study, the association between Daylight Saving Time (DST) and health in population was investigated through theoretical and systemic review studies. Since the study was conducted solely on theoretical grounds, further research is needed to assess additional health-related impacts of Daylight Saving Time (DST) and to carry out more specific analysis on population health in Korea. In conclusion, population health is more strongly affected during spring transition into DST than during fall transition out of DST.

Efectos del cambio al horario de verano en la salud mental de los adolescentes: una revisión

“…El cambio al horario de verano (daylight saving time, DST) se instauró por primera vez en los Estados Unidos en 1918, como una medida temporal de ahorro en el gasto de energía en tiempos de guerra y fue implementado formalmente en el año 1966 (1) en dicha nación. Actualmente cerca de 70 países en el mundo (2) realizan este ajuste en el horario dos veces por año, consistente en adelantar los relojes una hora en primavera y atrasarlos una hora en otoño. Esto ha sido promovido principalmente con el fin de reducir la demanda de iluminación eléctrica.…”

“…Esto ha sido promovido principalmente con el fin de reducir la demanda de iluminación eléctrica. Se ha demostrado que los patrones de exposición a luz y oscuridad influirían en la sincronización de los ritmos circadianos de la mayoría de las personas y existe evidencia de que la pérdida de una hora de sueño o retraso de fase de sueño, debido al ajuste horario derivado del DST, conduce a cambios en la homeostasis del sueño que pueden tardar al menos dos semanas en corregirse (2,3) . Asociado a ello se ha documentado aumento de riesgos en diversos ámbitos de la salud en el contexto del DST como, por ejemplo, aumento de los accidentes de tránsito (4) , un aumento en el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares en ciertas poblaciones en los días posteriores al ajuste (5) , un aumento en el riesgo de eventos cerebrovasculares (6) y otros efectos negativos en la salud general.…”