“…Debido a ello, es necesario realizar estudios en más especies de cianobacterias para corroborar y ampliar la información (Brito et al, 2015;Christiansen et al, 2001;El Samak et al, 2018). Las cianobacterias pertenecientes a los géneros Limnothrix, Oscillatoria, Nostoc, Anabaena, Spirulina, Arthrospira, Phormidium, Synechocystis y Synechococcus, entre otras, han sido ampliamente estudiadas, debido a la elevada producción de bioactivos (Thajuddin y Subramanian, 2005), de los cuales se destaca: el uso como complemento alimentario (Grewe y Pulz, 2012), en biofertilizantes (Irisarri et al, 2001) y como biorremediadores de ambientes eutrofizados (Ruangsomboon et al, 2013), además de ser indicadoras de contaminación orgánica (Peinador, 1999) y productoras de una amplia variedad de compuestos bioactivos con posible interés farmacéutico (Abed et al, 2009;Rastogi y Sinha, 2009) y de energía en forma de hidrógeno (Min y Sherman, 2010).…”