“…La estructuración de los afectos en la primera infancia que incluye a las agentes educativas, puede considerarse igualmente una importante oportunidad para la interrogación y transformación de los estereotipos de género, dado que como aparecían en las narrativas de las agentes educativas, no hay diferencias significativas en estos primeros años en la expresión afectiva entre niños y niñas, y como lo han expresado Arda, et al, (2022) cuando los niños trabajan cooperativamente, se cuidan unos a otros y comprenden sus sentimientos, se sienten mejor consigo mismos y con sus compañeros y disfrutan aprendiendo, lo que propiciaría un entorno de aprendizaje seguro y de expresión subjetiva sin estereotipos de género para todas y todos.…”