Quemar raquis de palma (también llamado tusa) en las calderas de biomasa trae consigo la superación de distintos problemas tecnológicos asociados a ese biocombustible. En particular, el alto contenido de potasio, fósforo y cloro son elementos potencialmente perjudiciales por la corrosión que generan en las superficies de transferencia de calor. En este artículo se discute cómo superar las problemáticas tecnológicas para que las calderas generadoras de vapor y electricidad en plantas de beneficio de aceite de palma puedan operar quemando raquis que anteriormente no se usaba en la generación de energía en la industria. Estas consideraciones, aunque técnicas, se orientan a mejorar la sostenibilidad y la competitividad de la agroindustria de la palma de aceite.