“…Para tal fin, la respuesta de cualquier Estado a las amenazas contemporáneas requiere una valoración cualitativa de por lo menos cinco elementos: el potencial geopolítico, el poder militar, el poder económico, las capacidades diplomáticas y las capacidades comunicacionales (Montero et al, 2021). Estos elementos recogen la esencia del poder vista desde el enfoque del smart power, toda vez que se incorporan aspectos tradicionales del hard power, como la valoración de potenciales geopolíticos sumados a los medios militares -que comprenden los cinco dominios de la guerra contemporánea: tierra, mar, aire, espacio y ciberespacio-, junto con herramientas del soft power, como las capacidades diplomáticas y comunicacionales de los Estados.…”