La música es un elemento que aparece de forma sistemática como parte de la estrategia retórica de las narraciones audiovisuales y es, en esa medida, una parte constitutiva de las mismas. Dado que los relatos audiovisuales, en especial, los de ficción, pueden considerarse como obras poéticas en el sentido aristotélico, cabe preguntarse acerca del papel que la música juega en esa condición poética. En este artículo se plantea una propuesta teórica que explique el papel de la música en la obra de ficción.
Para el desarrollo de esta propuesta, se parte del corpus aristotélico, en concreto, Poética, Política y Retórica, donde la música puede comprenderse como un recurso expresivo vinculado con la representación poética. En particular se estudia el aspecto emocional de la música en una teoría de las emociones, que parte de los estudios de M. Nussbaum y M. Scheler, en cuyas aportaciones se conectan los procesos emocionales con el reconocimiento de unos valores éticos.
El posible trinomio valor ético-emoción-expresión musical ha de servir al objeto de discernir la función que la música cumple en el «dejarse seguir» de la historia en su conjunto, al señalar tanto un estado emocional prevalente como una cualidad ética de la acción.
Para el desarrollo de esta propuesta, se parte del corpus aristotélico, en concreto, Poética, Política y Retórica, donde la música puede comprenderse como un recurso expresivo vinculado con la representación poética.