Las revoluciones han constituido un fenómeno central en la caracterización de la historia moderna; sus consecuencias se evidencian desde fines del siglo XVIII para las Trece Colonias de Norteamérica y Francia hasta los múltiples ejemplos aportados por el siglo XX. Tal apreciación ha sido sometida a estudios de diversa índole; sin embargo, no todos han sido capaces de explicar de forma ordenada la relación que se implica en sus decursos con la ciencia del derecho. De acuerdo con este criterio, el presente estudio está orientado a caracterizar las manifestaciones y contenidos inherentes a la revolución como forma trascendente de resistencia política. Ello será posible a través de la valoración de sus elementos justificantes y constitutivos de acuerdo con diversos órdenes teóricos y doctrinales, la dimensión de sus alcances para las ciencias política y jurídica y su capacidad de transformación e implicación con el factor de la evolución histórica.