El confinamiento de la cultura

Abstract

El artículo analiza los resultados de una encuesta realizada en la ciudad de Córdoba durante el mes de mayo de 2021, cuando aún estaban vigentes las restricciones sanitarias sobre los espectáculos y actividades culturales con concentración de público. La investigación pone a prueba una serie de hipótesis circulantes que, frente a la limitación y suspensión de la actividad cultural durante la pandemia, suponían: 1) su “traslado” a la virtualidad; 2) la incorporación o el aumento de la frecuencia de consumos culturales tradicionales, como la lectura, en el hogar; 3) la posibilidad de acceder a actividades culturales de lugares distantes disponibles en línea. Los resultados muestran la débil base empírica de las afirmaciones optimistas relativas a la ampliación de las actividades culturales y, en cambio, se evidencia el aumento de prácticas ya instaladas. La encuesta tomó una muestra representativa de la ciudad, utilizando un muestreo de tipo PPS y con un rango de confianza del 95%. Se recogieron en terreno 400 formularios con información referida a los hogares del ejido urbano de la ciudad.

The expansive empowerment of culture at the National University of Cordoba as the fourth pillar of Higher Education

“…Ejemplo de ello han sido el importante número de muestras de arte, fotográficas, literarias, musicales, corales entre otras, propuestas desde la Universidad a un espectro mucho más amplio que ofrece como contraparte las mismas acciones en tiempos de presencialidad. Estas herramientas dotaron a la cultura de una ventaja más, que tuvo que ver con la asincronicidad de las mismas, democratizando aún más el acceso de numeroso público en el marco de un espectro ordenado a las posibilidades de tales instancias participativas [10][11][12] . Un aspecto que favoreció aún más el crecimiento de la faceta cultural en nuestra Universidad, ha venido de la mano de los museos universitarios.…”

Descolonizando el textil: Entramando Resistencias, rol del Diseño en la memoria colectiva

“…Hay que considerar además la existencia de mujeres anónimas en el arte de la narración oral y escrita, que han dejado plasmadas diversas «metáforas textiles» sustraídas del trabajo doméstico, tales como «urdir una trama», «el hilo del relato», «hilvanar ideas» o «el nudo de una historia» (Cabrera, 2022;Papalini et al, 2021;Blasco, 2015). De esta forma el quehacer textil se ha instaurado como un medio de expresión y comunicación que muchas veces traspasa sus propios límites.…”