El presente artículo tiene como objetivo principal analizar el conflicto en Xinjiang, China. Se emplea el método empírico-analítico para identificar actores centrales y explicar la importancia geopolítica de la región, se analizan también las políticas gubernamentales de China, el papel de la diáspora uigur y las distintas reacciones de la comunidad internacional ante el conflicto. En el artículo se enfatiza que el Gobierno chino percibe una amenaza creciente de grupos con potencial extremista y capacidades de organización transfronteriza y por ende aplica medidas de coerción y restringe libertades civiles. El Gobierno de China justifica las políticas implementadas en Xinjiang por razones de seguridad nacional y aborda el tema como un conflicto doméstico; sin embargo, el problema ha comenzado a tomar relevancia a nivel internacional y aun con el temor de represalias (principalmente económicas), distintos países se han manifestado en contra de las políticas gubernamentales de China en Xinjiang.