Los procesos electorales en México son detonantes de comportamientos políticos que rompen la rutina. La deuda pública en las entidades federativas ha probado en años recientes ser un indicador que debe su comportamiento al ambiente político que la rodea. Asimismo, el gasto público se ha convertido en el objetivo del oportunismo político durante los periodos electorales. Este escrito pretende detectar si las condiciones políticas y legislativas durante los periodos electorales convierten al endeudamiento público en un blanco para que los gobernadores obtengan recursos públicos con los que puedan asegurarse la consecuente elección, así como la postura de sus legislaturas ante dichas acciones.