“…(p. 33) El conocimiento teórico se fundamenta en lo general -libros, revistas, artículos-, ya en la práctica clínica el proceso es en forma individual. Con este proyecto integrador se propicia en los estudiantes la investigación, la integración del conocimiento en la formulación de problemas reales, la exposición de hipótesis, el procesamiento de datos del paciente para anclar en un diagnóstico y en un tratamiento certero con base en la premisa «salud-enfermedad» para no separar la teoría de la habilidad práctica y la destreza manual, sino que el estudiante aprenda a resolver problemas a través de situaciones reales, en donde aplique el conocimiento teórico-práctico-manual que le permita llegar a una eficiencia terminal (Cortés, 2006;Gómez et al, 2019). Actualmente se necesitan estrategias como los proyectos integradores que promuevan un cambio paradigmático, donde el estudiante sea capaz, a través de la investigación cualitativa y cuantitativa, además de la imaginación, de lograr la transformación de los saberes teóricos en soluciones críticas, éticas y creativas para la resolución de los problemas bucales que aquejan a los pacientes, para que los egresados, en un futuro próximo, sepan manejar esa información y ofrecer soluciones satisfactorias en su labor clínica (Cedeño et al, 2019).…”