Se exponen los resultados de una intervención arqueológica desarrollada en un poblado fortificado situado en la montaña suroccidental de la provincia de León, en el noroeste de la Península Ibérica. El área excavada muestra un horizonte de ocupación situado cronológicamente entre los siglos iv y v que difiere de las propuestas previas que lo encuadraban en época romana altoimperial. En primer lugar, se describen los métodos utilizados y las actuaciones llevadas a cabo para su investigación. A continuación, se presentan las evidencias documentadas, consistentes en los restos estructurales de una estancia y una serie de materiales recuperados en su interior, entre los que destaca una amplia colección cerámica. Finalmente se ofrece la interpretación del conjunto como un almacén doméstico enmarcado en la transición del Imperio Romano Tardío a la Alta Edad Media.