El gran escape: salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad

Libro de actas del I Congreso Internacional de Estudios Sociojurídicos: transición a la paz, justicia y bioética en el siglo XXI. Tomo I

“…Por esta razón, la justicia se debe garantizar con el acceso a servicios que le permitan al campesino crecer económicamente, por ejemplo, disponer del crédito bancario. Deaton (2015) considera que para la construcción del concepto de bienestar con el fin de superar la pobreza, se le debe permitir al ser humano escapar de ella mediante la garantía de los derechos para una vida mejor y deseada por todos: buena alimentación, educación, seguridad, ingreso digno, salud, cultura, medio ambiente, propiedad privada y acceso al crédito. Existen campesinos que nunca han accedido a un crédito, es decir, no han tenido una puerta abierta que les permita vincularse al área comercial y formal del mercado.…”

Ensayos selectos sobre macroeconomía de economías emergentes

“…Una medida aceptada para calcular la relación entre la salud de la población, la riqueza y el bienestar es el vínculo del producto interno bruto (PIB) y la esperanza de vida. Cuando la esperanza de vida y los ingresos se relacionan de forma positiva, se puede hablar de una condición de bienestar; es decir, al acceder a mayores niveles de ingreso, se incrementan el nivel de vida de la población, ya que se reconoce que la salud y la riqueza son componentes relevantes del bienestar [Deaton, 2015].…”

Estudios Teóricos Y Prácticos De Ciencia, Innovación, Tecnología Y Saberes: Una Mirada Desde La Academia Universitaria

“…A pesar de la amplia investigación que existen en torno a la temática, se destaca en las literaturas inherentes al tema que la desigualdad y pobreza no son términos iguales, la pobreza es consecuencia de la desigualdad, en este sentido, cabe señalar que desde siglos atrás el comportamiento de estos procesos de desigualdad enfatiza que el crecimiento económico en el contexto internacional ha sido el motor de la desigualdad de ingresos que afectan también al progreso (Corredor, 2016). Entre tanto, conviene señalar por ejemplo que la esclavitud, es milenaria, dado que se concibe como la forma más antigua de desigualdad, y generadora de pobreza, ha transcurrido a través de todas las eras y épocas, y en nuestra era contemporánea, se ha perfeccionado con malos visos de legalidad y libertad, tales como el neocolonialismo o el imperialismo económico, en reemplazo del poder político o militar, pero que maneja los hilos de sus operadores, imponiendo agendas y recetas económicas a través de instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, que luego de otorgar créditos o préstamos que condenan a los pueblos por deudas eternas, que al final, es una forma moderna de esclavitud, generadora de miseria y pobreza, obviamente, este criterio amerita nuevos argumentos y nuevas fuentes de información, pero esta es la verdad que los deudores de deuda externa saben, ocultan y se lucran de ellas, con dineros que no llegan al país, sino que se desvían a las empresas extranjeras impuestas para prestar servicios de infraestructura o de cualquier otra índole de promoción de desarrollo.…”