El hidrógeno verde es un activo fundamental para complementar el despliegue de energías renovables y ofrece múltiples oportunidades para descarbonizar sectores difíciles de electrificar, contribuir a la integración del sistema energético y desarrollar redes de comercio y cooperación tecnológica a nivel internacional. La Unión Europea ha liderado en los últimos años numerosas iniciativas en materia de reducción de emisiones y transición energética, incorporando el hidrógeno verde entre sus prioridades y planes de inversión. Aún en desarrollo, este vector energético podría ser clave para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.