El impacto psicológico del estigma de prostituta

Abstract

Los diagnósticos que más se repiten en la literatura que analiza la relación entre psicopatología en el trabajo sexual son “Depresión”, “Trastorno de Estrés Post-Traumático” y “Trastorno relacionado con las sustancias”. Acerca de su causalidad, los profesionales de la salud mental suelen extraer conclusiones esencialistas y psicopatologizantes, ya que conciben el trabajo sexual como una actividad inherentemente violenta. Este tipo de lectura, sin embargo, no analiza el papel causal del estigma en el padecimiento de trastornos, mediante diferentes tipos de violencia: la afectación del autoconcepto (baja autoestima y autoeficacia), la afectación de las relaciones interpersonales (aislamiento social y problemas -e incluso maltrato- con el entorno) y violencia institucional (legislaciones punitivistas, atención estigmatizante por parte de los servicios de asistencia y los servicios de salud -incluyendo salud mental- y abandono -pobreza, falta de oportunidades y de alternativas laborales-). El objetivo de este artículo es analizar la causalidad del estigma en la generación, desarrollo y mantenimiento de la Depresión, el TEPT y el consumo de sustancias. La finalidad es que el profesional de la salud mental los tenga en cuenta en el análisis del problema y el diseño del tratamiento, a fin de que éstos sean más acertados y las conclusiones no se basen en estereotipos.
 
 
 

Por la imagen pornográfica. Infraestructuras, materialidades y corpo*realidades desde la perspectiva de sus trabajadoras.

“…Esta perspectiva esencialista del trabajo sexual donde todo tipo de trabajo sexual en todos los momentos de la historia y bajo todo tipo de situaciones económicas es violencia supone el marco de análisis habitual-subvencionable, que no solo esencializa la práctica del trabajo sexual sino también la categoría mujer y, por supuesto, la de violencia y de trabajo. Entre otras cosas, impone un único lugar desde donde las personas que hacen uso del comercio sexual pueden recibir violencia, algo que ha sido y sigue siendo discutido (Carolina Clemente Villar, 2020;Priscilla Penniket, 2022). Supone un marco muy específico de investigación que permite además sólo un tipo de testimonio: el de la víctima que ha abandonado el trabajo sexual.…”

“…El cuestionamiento de tres de estos intercambios cargados de estigma en nuestros estudios, junto con los estudios actuales sobre las REB y la investigación colaborativa, nos lleva a plantearnos cómo los investigadores del trabajo sexual podrían empezar a oponerse a las REB contra las estructuras de los bancos regionales que perpetúan la desigualdad, la violencia simbólica y el riesgo." (Shawna Ferris et al, 2021:4) 391 El punto de partida de las investigadoras canadienses antes mencionadas se corresponde con la literatura revisada en el contexto europeo (ICRSE, 2015(ICRSE, y 2017ESWA 2021;Priscilla Penniket, 2022) y en también en España (Dolores Juliano, 2003;Mamen Briz y Cristina Garaizabal, 2007;Carolina Clemente Villar, 2020;Paula Sánchez Perera, 2022;Paula Sánchez y Belén Ledesma, 2022). Aunque algunas trabajadoras sexuales y activistas inciden en la fundamentación económica de dicho estigma, se puede hablar de un consenso entre la comunidad de que existe un estigma hacia las personas que ejercen el trabajo sexual.…”