“…Entre ellos, cabría destacar: el conocimiento de las pruebas de la evolución biológica, la comprensión de los conceptos básicos de su mecanismo (darwinismo y selección natural) y el conocimiento, también básico, de los cambios evolutivos que han originado la especie humana. (p. 56) De tal manera que la forma como se enseña y aprende la evolución biológica ha estado enmarcada en una serie de dificultades que manifiestan tanto docentes como estudiantes, obstáculos relacionados con concepciones erróneas, la influencia de creencias religiosas, falencias conceptuales por parte del docente, el entender la evolución como un proceso lineal, la disposición frente al tema, explicaciones basadas en la teleología, mala interpretación de la teoría evolutiva darwiniana, presentación de contenidos inexactos en los libros de texto, escaso conocimiento de docentes y estudiantes, insistencia de diferenciar darwinismo de Lamarckismo, inadecuados materiales y estrategias didácticas (Cháves 2009;González-Galli, 2011;González-Galli y Meinardi, 2015;Ramírez-Olaya, 2016;Tamayo, 2010), y la manera como los medios de comunicación y el lenguaje intervienen en la construcción de falsos conceptos; por ejemplo, el término mutación lo relacionan con mutante, extraño o deforme, siendo estas concepciones totalmente contrarias al significado con el cual lo aborda la comunidad científica (Grau y Jordi, 2002). También, los estudiantes "suelen pensar que la adaptación biológica se refiere a que los organismos efectúan conscientemente cambios físicos en respuesta a cambios ambientales de tal forma que el mecanismo evolutivo se basaría en una mezcla de necesidad, uso y falta de uso" (Tamayo, 2010, p. 23).…”