este artículo analiza varios factores que, en la primera mitad de los años sesenta, ayudaron a establecer el vínculo entre Vivian Trías, el destacado intelectual y político uruguayo, que se definía a sí mismo como latinoamericanista y tercerista y que se distanciaba explícitamente del mundo comunista y de la Seguridad del Estado (StB), el servicio secreto de Checoslovaquia subordinado a los intereses del servicio de inteligencia soviético, kgb. Metodología: el análisis se basa, principalmente, en fuentes del archivo de la inteligencia checoslovaca que, a su vez, se complementan con textos publicados por Trías. Originalidad: por medio del análisis del caso concreto del tercerismo uruguayo, que tuvo una repercusión mayor en el socialismo, la investigación presenta una nueva mirada a los desafíos que generó el acercamiento cubano-soviético en la izquierda no comunista latinoamericana, y revaloriza el papel de los servicios secretos de los países comunistas en la Guerra Fría latinoamericana. Conclusiones: en 1961, a partir de la proclamación de Castro sobre el carácter marxista-leninista de la Revolución cubana, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (urss) empezó a ser considerada por algunos sectores del tercerismo -incluido Tríascomo una potencia capaz de defender los pueblos del Tercer Mundo contra la agresión estadounidense, y ya no como una forma de imperialismo, como lo proclamaban anteriormente. Aunque la relación soviético-cubana estuvo marcada por grandes tensiones, los checoslovacos fueron un importante aliado del gobierno de Castro, donde la StB operaba como un mediador entre los soviéticos y actores ideológicamente heterogéneos, que, a su vez, mostraban cierta simpatía por la Revolución cubana. Así, el reclutamiento de Trías por la StB en 1964 resultó ser una gran coincidencia de intereses mutuos orientados a limitar la influencia estadounidense en América Latina.