Puntos clave
Por su complejidad, la atención del paciente con lesión medular (LM) recae en equipos multiprofesionales especializados, pero el seguimiento desde Atención Primaria (AP) es fundamental para la continuidad de los cuidados y la detección y tratamiento de las complicaciones.
El nivel y extensión de la LM determina el cuadro clínico cuyas repercusiones funcionales y emocionales es necesario reconocer para individualizar el seguimiento y el plan de cuidados.
Las complicaciones más frecuentes y graves son: infección del tracto urinario (ITU), neumonía e insuficiencia respiratoria y las crisis vegetativas. La disfunción urinaria, intestinal y la espasticidad están presentes en casi la totalidad de los pacientes.
La espasticidad es difícil de tratar; a veces mejora la funcionalidad.
La crisis vegetativa o disautonomía refleja es una hiperrespuesta simpática que cursa con cefalea, rubor, hipersudoración o hipertensión brusca. Requiere tratamiento inmediato.
Es fundamental prevenir y tratar la retención e infección urinaria, fecalomas, dolor, posturas incorrectas y úlceras por presión que pueden ser factores desencadenantes de espasticidad y crisis vegetativa.
Estos pacientes tienen mayor riesgo de depresión, suicidio y abuso de drogas, los médicos de familia (MF) deben estar atentos a esta sintomatología.