“…Más escasas son las investigaciones realizadas desde el periodismo social, una parcela en la que se ha criticado el excesivo dominio de las fuentes oficiales -partidos políticos, gobiernos, fuerzas de seguridad, etc.-por encima de las fuentes ciudadanas, que comprenden tanto testimonios de personas anónimas -testigos, agentes, víctimas, etc.-como de representantes y personal cualificado de organizaciones sociales (Cytrynblum, 2009. El periodismo social se ha estudiado como un área de especialización periodística (Gallego y Luengo, 2012;Belda, Maíllo y Prieto, 2006;Llobet, 2009) pero también como una corriente de reforma de la profesión (Cytrynblum, 2009;Barranquero, 2019). Esta perspectiva crítica se relaciona con un sistema de valores, roles y actuaciones periodísticas (journalistic roles/ performances) que, desde los años 60, reivindica la crítica, la interpretación y la toma de partido frente a la ideología objetivista dominante en la profesión (Humanes, 2003: 621-622).…”