“…En este sentido, las prácticas escolares son la primera experiencia del futuro docente en un aula tras haber tomado la decisión de dedicar su vida a la docencia, de ahí que sea considerado un elemento fundamental en el proceso de formación inicial por diferentes autores (Cid, Pérez y Sarmiento, 2011;González, 2015;Zabalza, 2011). Se trata del comienzo del proceso de socialización laboral (Bodas, González y Martín, 2016), permitiendo al estudiante trasladar los conocimientos teóricos adquiridos durante la formación inicial al contexto real del aula (García, 2017), donde se suceden múltiples experiencias que favorecerán el aprendizaje de la profesión docente (García, González y Martín, 2016;González y Medina, 2017;Zabalza, 2016). Estamos, por tanto, ante un periodo formativo clave para los estudiantes de magisterio por su utilidad (Ries, Yanes y Ballesteros, 2014) y que es muy valorado (Manso y Martín, 2014;Melgarejo, Pantoja y Latorre, 2014), ya que las prácticas escolares les permiten vivenciar tareas profesionales (Tejada, Carvalho y Ruiz, 2017).…”