“…La niñez generalmente es poco considerada en los procesos de planificación urbana latinoamericanos (Gülgönen, 2016;Ramírez, Rodríguez y Fuentes, 2019;Soto y Escobar, 2020), caracterizándose por un "sesgo adultista" que tiende a ignorar la capacidad participativa y de agencia de los niños, niñas y adolescentes (Bosco y Jossart-Marcelli, 2015), así como el modo en que su injerencia en el diseño urbano y de espacios habitables mejora considerablemente el éxito de esos diseños en cuanto a su futuro uso y sostenibilidad, así como la calidad de vida de toda su comunidad, cuestión que ha sido constatada desde la investigación y observación académica de procesos en que sí se les incluye (Brown, et al;2019;Freeman, 2006;Soto y Escobar, 2020 ). Además, las dinámicas urbanas asociadas al transporte inadecuado, la contaminación, la violencia y la ausencia de espacios públicos apropiados, han hecho que las ciudades latinoamericanas se vuelvan lugares poco amigables para niñas y niños, quienes suelen sentirse excluidos y aislados (Gülgönen, y Corona, 2015;Reyes-Bahamondes y Cornejo-Díaz, 2022).…”