“…Estos mecanismos de exclusión educativa se pueden producir tanto en el centro educativo como en el contexto y en cómo se dé esa interacción. Pero, también se pueden producir facilitadores de la inclusión en esta interacción, como es a través de la participación familiar y comunitaria en la educación y en los centros escolares, favoreciendo con ello la inclusión social, la justicia social y la educación inclusiva (Colas y Contreras, 2013;INCLU-ED, 2011;Munté y De Vicente, 2012;Oliver y Gatt, 2010;SEAS4ALL, 2017;Serrano et al, 2019). En esto, el proyecto Comunidades de Aprendizaje (CdA) ha demostrado que, a través del aprendizaje dialógico, de las interacciones de la escuela con la comunidad, y de las actuaciones educativas de éxito, se consigue mejorar los resultados académicos de los niños y niñas y se mejora la convivencia de los centros, favoreciendo, en igualdad de condiciones, una inclusión educativa y social (Aubert, Flecha, García, Flecha y Racionero, 2008;Aubert, García, y Racionero, 2009;Elboj, Valls y Fort, 2000;Diez y Flecha, 2010;García, 2012;Munté y De Vicente, 2012;Munté y Pulido, 2009).…”