El que sor Juana Inés de la Cruz (México ¿1648/1651?-1695) consideró su mejor poema circulaba manuscrito cuando, en 1692, fue impreso en Sevilla en el Segundo volumen de su obra con un título que, desde entonces, organizaría su lectura muy elocuentemente: “Primero Sueño, que así intituló y compuso la madre Juana Inés de la Cruz, imitando a Góngora”. Ese vínculo, no sólo con Góngora sino con “la pluma de Europa”, vale decir, con esa tradición y ese continente, ha sido más de una vez discutido pero siempre confirmado por la crítica, incluso cuando se sabe que no fue sor Juana quien colocó los epígrafes que, impresas, llevan sus obras como títulos, incluyendo su magno poema. En este sentido, el siguiente estudio se propone indagar detenidamente no sólo en la nominación del poema sino, fundamentalmente, sopesar su efecto crítico en la lectura del mismo, desde su publicación impresa hasta hoy