“…En la población que nos atañe en este estudio, es decir trabajadores de mediana edad (entendiendo adultos de mediana edad como aquellos comprendidos entre los 45 y 64 años) dicho desarrollo de enfermedad es más patente que en las poblaciones jóvenes, así como su impacto también resulta mayor a nivel de discapacidad. De hecho, en los países miembros de la comunidad europea se ha visto que las mejoras respecto a la esperanza de vida, no se acompañan de una vida libre de discapacidad; según la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud de la OMS (2010), próximamente la mitad de la población del Reino Unido tendrá una discapacidad a los 62 años, siendo más evidente la afectación en los grupos sociales y laborales más desfavorecidos 3 . A la problemática del envejecimiento, ya citada, se le suma que en términos generales el 30 % de los trabajadores entre 50 y 64 años necesitan modificar su lugar trabajo por problemas de salud para evitar la jubilación anticipada o la incapacidad laboral y priman en este grupo problemas de salud vinculados a trastornos musculoesqueléticos, mentales, cardiovasculares y respiratorios, despuntando sobre todo la depresión como motivo frecuente de incapacidad laboral y jubilación anticipada, y disminuyendo también la capacidad cardiorrespiratoria y la fuerza muscular un 1-2 % anual 4 .…”