“…Sin embargo, la transformación del cuerpo debido a los cambios físicos relacionados con la enfermedad y la adopción de tecnologías de salud (Inhorn & Wentzell, 2011), como el caso del tratamiento antirretroviral, también puede permitir el desarrollo de "masculinidades emergentes". Durante el proceso de tratamiento, los varones que viven con VIH pueden considerar que adquieren una "masculinidad deteriorada" debido a la pérdida de poder físico, de autoridad en la familia o de estatus social, la dependencia del cuidado del otro, el no poder ejercer el rol de proveedor, la disminución de la actividad sexual (ya sea por el estigma o cambios físicos) o el aislamiento de espacios sociales masculinos donde se realizan prácticas de riesgo (Lynch, Brouard, & Visser, 2010;Mfecane, 2008;Siu, Wight & Seeley, 2014).…”