; mientras que el traumatismo craneofacial (TCF) se describe como aquel que afecta al complejo dentoalveolar, tejidos blandos y óseos craneofaciales. Esto puede ocurrir de manera aislada o concomitante a otras lesiones graves del organismo, especialmente con las de la región intracraneana y/o cervical 2 . La etiología del TCF difiere entre países por razones culturales, sociales y factores ambientales. Las principales causas registradas en todo el mundo corresponden a caídas, accidentes de tránsito, accidentes deportivos y violencia interpersonal [3][4][5][6] . Esta distribución etiológica tiene principal relevancia al afectar al grupo etario joven, generando importante impacto social.La región maxilofacial contiene estructuras esenciales para la vida; un traumatismo puede generar una amenaza vital debido a compromiso de la vía aérea, lesiones intracraneales o hemorragias, y generar importantes secuelas visuales, déficit funcional y estético a largo plazo. Es fundamental la evaluación y manejo temprano de estas patologías con el fin de reducir la morbimortalidad y evitar la necesidad de reconstrucciones complejas posteriormente 7,8 . Este artículo tiene por objetivo presentar una revisión de la literatura, enfocándose en el triage, evaluación y manejo de urgencias maxilofaciales.
Mortalidad del traumaEn el año 1983, el Dr. Donald Trunkey describió que las muertes por trauma presentan una distribución trimodal. Dentro de los primeros 60 min se presenta el primer peak, que incluye las muertes inmediatas o muy tempranas, representando aproximadamente 45% de todas las muertes por trauma (asociadas principalmente a traumatismos cerebrales graves o del sistema cardiovascular). El