“…El plano español por otro lado se sirve de un presupuesto inferior y las ayudas son totalmente subvencionadas solamente en algunos casos específicos, lo que puede comportar una mayor dificultad en llevar a cabo las intervenciones. La "Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación" [44] ha sido valorada sobresaliente por la Comisión Europea, sin embargo, hay investigaciones que demuestran que precisamente la sospecha de no obtener resultados a largo plazos, junto con una normativa poco clara, así como la falta de preparación técnica por parte de los profesionales, ha dificultado la difusión de conocimientos sobre el tema de la rehabilitación energética [45]. La dificultad de formar profesionales que sepan cómo gestionar las ayudas tanto a nivel técnico que en la gestión de los trámites es común en ambos países, sin embargo, en España el procedimiento es más fragmentado, puesto que se realizan de forma diferente en cada comunidad autónoma [46].…”