“…De manera similar, la disminución de la autoestima, irritabilidad, depresión, impotencia y ansiedad que experimenta el colaborador emocionalmente agotado, puede originar aislamiento social e incapacidad de abandonar el rol profesional fuera del ámbito laboral (Hogarth, 2017). Adicionalmente, el estado permanente de emociones negativas (agresividad, ira y frustración) que adoptan los policías cuando ejercen coerción sobre los criminales, incrementa la despersonalización deteriorando la motivación intrínseca (Schaible & Six, 2016). Por lo tanto, un mayor nivel de emociones negativas y un menor nivel de emociones positivas, inducen a que los agentes de la policía se sientan menos involucrados con su trabajo, originando el desinterés por el cumplimiento de sus funciones (Basinska et al, 2014).…”