“…Según los autores, esta "colonización del territorio" supone que recursos que pertenecen a toda la colectividad, como el litoral, el aire, el suelo urbano o el agua, entre otros, experimenten procesos de sobreexplotación y contaminación que ponen en peligro su sostenibilidad: "Muchos recursos comunes están siendo privatizados y mercantilizados porque las corporaciones ven forraje barato o gratuito para la máquina voraz del mercado (…) al mismo tiempo, representan un barato y conveniente basurero -un lugar para deshacerse de todas las externalidades desagradables que las empresas no quieren a internalizar en sus estructuras de costos" (Observatorio Metropolitano, 2013, p. 28). En resumen, mientras para visiones de corte neoclásico, el cercamiento es sin duda un sinónimo de aumento de la productividad o rentabilidad ante la supuesta inestabilidad inherente a los régimenes de propiedad colectiva (Hardin, 1968;Lee & Webster, 2006), desde estas perspectivas representa una lógica que subyace a diversas dinámicas y cambios sociales no deseados que se producen en las metró-polis contemporáneas, impulsados por la lógica expansiva del capitalismo de libre mercado (véase Blomley, 2008;Hodkinson, 2012;Jeffrey et al, 2012;Vasudevan et al, 2008).…”