Bony metaplasia of the endometrium.
Report of two casesWe report a 28-year-old female consulting for infertility and a 26-year-old woman consulting for severe dysmenorrhea. In both patients a osseous metaplasia of the endometrium was found. Both patients were subjected to a hysteroscopic resection of the osseous material and both achieved spontaneous pregnancies and term deliveries following the procedures. If the bony material is removed, normal pregnancies and deliveries are feasible afterwards, no matter how extensive is the the osseus metaplasia. (Rev Med Chile 2010; 138: 1004-1007 a metaplasia ósea endometrial corresponde a la presencia de tejido óseo en el interior de la cavidad uterina. Es una patología de baja incidencia (0,3 x 1.000 mujeres) y en 80% de los casos existe el antecedente de abortos espontáneos o inducidos, generalmente de 12 semanas o más de gestación. No existe una teoría con respecto a su etiología, sin embargo, se han formulado múltiples hipótesis al respecto .Clínicamente se presenta con metrorragia, dismenorrea, algia pélvica y flujo vaginal en ocasiones con restos óseos. También se ha asociado a infertilidad primaria y secundaria, especulándose que el tejido óseo podría ejercer una acción similar a un dispositivo intrauterino 4-10 .Comunicamos el caso de dos pacientes con diagnóstico de metaplasia ósea extensa endometrial, dado el compromiso completo de la cavidad, que fueron sometidas a resectoscopía, logrando posteriormente un embarazo espontáneo.
Caso clínico 1Paciente de 28 años, multípara de uno, con antecedente de parto vaginal a término con resultado de mortineonato por sepsis (Staphylococcus aureus). Consultó el año 1999 por deseo de embarazo luego de tres años de exposición. Dentro del estudio, destacaba una ecografía transvaginal que sugería el diagnóstico de metaplasia ósea al visualizarse una intensa ecorrefringencia de toda la zona endometrial.Se programó una resección histeroscópica en la cual se extrajo abundante tejido osificado, cuya anatomía patológica confirmó el diagnóstico de metaplasia, sin embargo, no fue posible extraer todos los fragmentos en una primera instancia por motivos de seguridad para la paciente (prolongado procedimiento con mayor exposición peritoneal a glicina, sangrado miometrial, riesgo de perforación, etc.). Recibió estrógenos conjugados 3,75 mg diarios por un mes, seguido de anticonceptivos orales cíclicos con 50 µg de etinilestradiol. Se realizó una segunda resectoscopía seis meses más tarde para extraer el tejido metaplásico remanente, realizándose exitosamente.Se embarazó espontáneamente al año de exposición, evolucionando sin incidentes. A las 38 semanas de gestación se obtuvo un recién nacido sano de 3.560 g por cesárea tras prueba de trabajo de parto fracasada (Figura 1).