La laringitis crónica, una condición marcada por la inflamación persistente de la laringe, se manifiesta con síntomas la paciente de 44 años con como disfonía, tos crónica, y globus. Esta afección se clasifica en dos formas principales: hipertrófica, caracterizada por un aumento en el tamaño de las cuerdas vocales debido a irritación crónica, y atrófica, que implica un adelgazamiento significativo y debilitamiento de las mismas. El diagnóstico de la laringitis crónica se establece mediante una evaluación médica exhaustiva, que incluye un examen físico detallado, una revisión completa de la historia clínica del paciente y pruebas específicas como la laringoscopia. Una vez confirmado el diagnóstico, el enfoque terapéutico se adapta según la causa subyacente, abarcando medidas como cesar el tabaquismo, reducir el abuso vocal, minimizar la exposición a irritantes ambientales y manejar el reflujo gastroesofágico. Además, la terapia vocal emerge como una estrategia beneficiosa para mejorar la técnica vocal y reducir la tensión en las cuerdas vocales, contribuyendo la recuperación de los síntomas y al bienestar del paciente. Es fundamental abordar la laringitis crónica de forma integral y oportuna, con énfasis en la prevención de complicaciones a largo plazo y en la mejora de la calidad de vida del paciente. Esto implica la implementación de estrategias preventivas, el uso adecuado de opciones terapéuticas farmacológicas y, en casos seleccionados, la consideración de intervenciones quirúrgicas dentro de un enfoque multidisciplinario para lograr resultados clínicos óptimos. Esta revisión resalta la importancia de una gestión integral para abordar eficazmente la complejidad de la laringitis crónica.