El prolapso rectal es una patología poco frecuente, de fisiopatología no clara; pero que incluye un trastorno del piso pélvico; además es una enfermedad con un gran impacto en el estilo de vida de los pacientes que lo padecen.
Típicamente ocurre en mujeres adultas mayores, pero puede ocurrir en hombres y mujeres de todas las edades. Dentro de las manifestaciones clínicas más frecuentes se incluyen la incontinencia fecal, estreñimiento y la sensación de masa rectal. El diagnóstico puede hacerse únicamente por examen físico o bien, en casos sospechosos puede confirmarse con una defecografía; a su vez, se pueden realizar múltiples estudios complementarios dentro de los que se encuentran: Resonancia Magnética,cistografía,tránsito colónico, manometría anal, latencia del motor terminal del nervio pudendo y una colonoscopia. El envío de estos estudios debe valorarse en forma independiente en cada caso.
La piedra angular del tratamiento del prolapso rectal es la cirugía con abordaje abdominal, por su mayor efectividad; o en su defecto, el abordaje perineal. A pesar de ser el tratamiento de elección, a todos los pacientes se les debe instruir de forma inicial sobre el manejo médico, ya que, se disminuyen los síntomas y es posible mejorar la calidad de vida del paciente.