“…La enfermedad renal crónica (ERC) se define como la alteración de la estructura renal o de su función, evidenciado por indicadores biológicos de daño renal en orina y sangre o a través de pruebas de imagen, durante un periodo igual o mayor a 3 meses, o por un filtrado glomerular teórico (FGt) menor a 60 ml/min/1,73m 2 , independientemente de la etiología del proceso (Lorenzo-Sellarés, n.d.;Martínez-Castelao, Górriz, & Bover, 2014;Urrutia & Mella, 2014) y se ha convertido en un importante problema de salud pública, que ha adquirido proporciones epidémicas. (Flores, Alvo, Borja, Morales, & Vega, 2009;Martínez-Castelao et al, 2014;Urrutia & Mella, 2014) afecta a un porcentaje significativo de la población, hecho justificable debido a que los principales factores etiológicos suponen trastornos de alta prevalencia como el envejecimiento, la hipertensión arterial (HTA), la diabetes Mellitus (DM) y la enfermedad vascular (Urrutia & Mella, 2014).…”