(2013). Respuestas tisulares y vasculares en retinopatía hipertensiva con anticuerpos monoclonales como terapia antiangiogénica. Ciencia y Tecnología para la Salud Visual y Ocular, 11 (2), 79-96.
RESUMENObjetivo: identificar el uso oftálmico de anticuerpos monoclonales en retinopatía hipertensiva y su efecto sobre la agudeza visual (AV), angiogénesis vascular y cambios en el fondo de ojo de pacientes hipertensos. Materiales y métodos: se realizó una revisión de literatura en las bases de datos Pubmed, Medline, Embasi, Lilacs, The Cochrane Controlled Trials Register, Hinari, Micromedex y Science Direct, mediante los términos MESH Monoclonal antibody and hypertensive retinopathy, Bevacizumab hypertensive retinopathy, monoclonal antibody therapy hypertensive retinopathy y Pegaptanib and hypertensive retinopathy, limitado a los años 2000 a 2012. Se encontraron 2345 estudios relacionados con el tema, de los cuales fueron seleccionados los que estuvieran escritos en inglés, francés, portugués y español, así como los relacionados con eficacia en el tratamiento de retinopatía hipertensiva o cambios angiogénicos en retinopatía diabética. La calidad de la evidencia científica fue clasificada a través de la metodología de Oxford. Se realizó un análisis descriptivo de las variables de estudio relacionadas con las respuestas en tejidos. Resultados: los anticuerpos monoclonales intervienen en el control del VEGF disminuyendo el riesgo de hemorragias retinales y reduciendo el espesor retinal. Anticuerpos como el bevacizumab muestran un 95 % en eficacia para la mejoría en AV (ETDRS 3 Líneas D.E. 2,15), mientras que el ranibizumab y el pegaptanib tienen 86 % en mejoría de Av (p < 0,05). La triamcinolona muestra mejoría en fuga vascular y edema macular en retinopatía hipertensiva asociada a diabetes, sin diferencias significativas entre grupos (p = 0,03).
INTRODUCCIÓNLa hipertensión arterial es una enfermedad crónica caracterizada por daños vasculares, que cursa con alteraciones en la autorregulación y dilatación de las arteriolas precapilares y está directamente asociada con la retinopatía hipertensiva. Esta patología retiniana se presenta con disrupción focal de la barrera hematorretiniana, lo que genera un incremento de la permeabilidad a las macromoléculas plasmáticas y trasudados periarteriolares focales, siendo esta la lesión más precoz en esta retinopatía (Trisan, 2000).El daño del endotelio vascular es uno de los factores más relevantes en la cronicidad de la enfermedad, ya que no solo altera el flujo hemodinámico, sino que se asocia con neovascularizaciones y hemorragias retinianas. Este fenómeno conduce a la salida y depósito de proteínas plasmáticas en la retina que se observan en forma de exudados duros o depósitos lipídicos, causados por bloqueo del transporte axoplásmico. Así es como el daño del endotelio vascular remodela la pared microvascular y crea una reorganización de las células del músculo liso, que es la responsable de la remodelación hipertrófica (Amaya y Ortega, 2000). El estrechamiento arteriolar en la...